Esta vez la corriente no se haría con nosotros pues habíamos preparado un plan de inmersión mucho más conservador. La idea era bucear rumbo sur bordeando la costa y el arenal hasta llegar a la nasa, una vez ahí cruzando el arenal llegaríamos al Tamboril y vuelta pa casa.
Rubio (Chelidonichtys lastoviza)
Herrera (Lithognathus mormyrus)
Elmo «El perro de Juan»
Hoy realmente tocaba subida al Teide en moto, pero como la climatología no era buena decidimos la noche antes optar por una tranquila inmersión en Teno.
Animal poco frecuente que suele encontrarse en los fondos detríticos -arena, grava- aunque a veces también sobre rocas Según Ocaña, A. et al. «normalmente en las cercanías de la interfase roca-arena».
Somos, sobretodo gente de palabra, y como habíamos dicho que hoy domingo tocaba Las Eras pues, tras comprobar que la mar pronosticaba calma y el cielo chubasco abundante, tomamos rumbo al Sur.
El día no era el más propicio para meternos en el agua. Aunque la mar no estaba demasiado revuelta, la mañana estaba fría y prometía lluvia pero yo tenía que estrenar mi flamantemente nuevo flash y, Juan y Adrián no querían perdérselo así que al agua fuimos.
Dios mío, qué belleza de orografía. Me encaaaaaaaaaanta esta zona, cañones, agujeros, cuevitas, salientes, rocas inmensas emergiendo del arenal, y mucho, mucho coral.
No todas las inmersiones pueden ser de película, supongo que alguna nos puede salir un poco turbia, pero es que ésta se nos enturbió muchísimo.
El mar batía bastante pero con el nuevo muellito la salida por tierra desde las piscinas de Los Silos está de maravilla. Un poquito de corriente en la punta del muelle y de resto todo buenísimo.
Hoy nos dio por explorar un poquito. Un compañero le había comentado a Adrián que se podía hacer una inmersión «facilita y bonita» en el Porís así que nos documentamos un poquito en Internet y ¡a la aventura!
