Había «mar en tierra» en toda la isla, incluso en Teno donde resultaba muy poco recomendable entrar por la playita. Hacía varios meses había probado suerte en el muellito (también llamado La Ratonera) que hay un poco más a la derecha de la playa. En su momento fue una inmersión de lo más aburrida, pero teníamos la esperanza que nuestra acumulada experiencia en la búsqueda de bichos nos pudiera servir en esta ocasión y podría ser que esta vez viéramos más «micro-bichos».
Pues resultó una buena inmersión donde pudimos practicar desde el diminuto camarón del erizo hasta una araña de hondura inmensa y varios pejeperros que rondaban por la zona.