Pues tocaba buceito tranquilillo y se convirtió en todo un lujo de inmersión, gracias al #malacólogo que tiene un especial talento para bichtos menuditos. En la foto, un camarón avispa rojo (Gnathophylleptum tellei), especie dificilísima de observar (de no más de 1cm) totalmente desconocida para la ciencia hasta hace solo unos pocos años. Cuando te encuentras esta «joya de la Corona» del mundo de los «frikies» del fotosub, anulas cualquier briefing de inmersión y te dedicas a contemplar su colorida belleza y, como no, a intentar hacerle alguna foto. Muchas gracias Javier Martín Barrios por este «regalo» de año nuevo.