Jover es siempre un punto de inmersión interesante, más aun, por los pocos días del año en los que podemos encontrar un mar tranquilo como para cuadrar un buceo seguro. Quería ver ese «alguerío» típtico de Jover de noche así que aprovechamos una calurosa noche de mar en calma para darnos un saltito. Antes de entrar, una de las bañistas nos advirtió que había una «manta» rondando la zona. Enseguida interpreté que querría decir un «chucho» pues lo de «Mantas en Jover» era demasiado bonito como para ser cierto. Nada más entrar al agua, y digo nada más entre, pues no nos habíamos alejado ni 10m de las escaleras, apareció un chucho dimensiones descomunales que nos rondó dos vueltas y con las mismas, tras ver que no le éramos de utilidad, nos ignoró con la natural elegancia que les caracteriza. El resto de la inmersión la pasamos esperando verlo, otra vez, aparecer en medio de la oscuridad. No ocurrió aunque las cositas que vimos no desmerecieron la inmersión nocturna en absoluto.
Nota para los fotógrafos submarinos: para esta inmersión monté el ojo de pez (10,5mm) con un multiplicador x1,4 detrás de una cúpula de 4″. Es una combinación que nos da muchísimo juego y como verán, pude fotografiar desde un chucho enorme hasta un camarón de lunares, algo que con una reflex en fotografía submarina, es casi impensable. Es una combinación altamente recomendable para las nocturnas; pruébenla!!!!