No lo puedo remediar, y cada vez que monto macro y me meto en Radazul me acuerdo que aquella célebre y taxativa frase que un día nos soltó una buena amiga de «en Radazul nunca hay nada!!».
Este sitio cada vez me gusta más. Si somos pacientes y sabemos buscar, encontramos una cantidad ingente de pequeñas y bellas especies marinas. Un auténtico «Lembeh» muy cerquita de casa con las facilidades de poder aparcar y cambiarnos casi al lado de las escaleras de entrada, agua limpia, la ocasión de poder encontrarte con viejos amigos y buen tiempo casi todo el año.
Recomiendo a todo el que conozca esta inmersión que la practique con mucha mucha calma, sin tener que recordar mucha distancia y fijándonos en cada recoveco pues «en Radazul siempre hay algo» y un «algo» repleto de diminuta vida y color.