Por fin!!! Tras varios meses ya asociado al club, ayer pudimos cuadrar mi primera inmersión juntos, y nada más y nada menos que en una nocturna en playachica; todo un lujazo. La noche antes, charlando en el club, nos calentamos y de repente apareció una de esas mágicas frases de «y por qué no nos echamos un buceito mañana por la noche?» y NADIE se achantó; BRAVO!!!
Fuimos Manolo, Uti y un servidor y, aunque las últimas lluvias habían destrozado, literalmente, el barranco de La Pasada, pudimos aparcar sin problemas a escasos metros de las escaleras de acceso a la caleta por lo que nos cambiamos tranquilamente, montamos equipos y «pal agua».
Dentro del espigón de la caleta estaba algo turbio aunque, una vez te alejabas de la entrada, todo se aclaró. Como siempre, muchísima vida: vimos bastantes camarones espinosos y de lunares, muchas, muchas morenas (negras, muriones, picopatos…), incluso pudimos saludar a algún antenario. Sí eché en falta a los caballitos; quizá no sea la temporada!
Ya Manolo me había avisado sus famosos «planes B» en las nocturnas del club, pero mi imaginación se había quedado cortita. A la salida nos esperaban unos sabrosísimos bocadillos de sardinas con anchoas y cebolla; todo un manjar al que sucumbí. Y hasta repetí.
Pero qué bien dormí anoche!!!!!!