Hoy quedamos en El Tablado para hacer una inmersión coincidiendo con mi cumpleaños. Nada más bajar noté que el flash no estaba disparando e hice de todo para intentar solucionarlo pero nastis, tuve que salir. Ya en superficie, vimos que Alberto y Tere estaban también fuera del agua, la cosa no pintaba bien. Lo mío fue una cosita de nada, pues el flash de la cámara se me había atascado y no subía del todo así que abriendo la carcasa y dándole un golpecito la cosa quedó fetén, pero… con Alberto la cosa fue mucho peor… cámara inundada… Ánimo chicos!!!!!!!!
Tras vaciar la carcasa y quitar la tarjeta de la cámara, baterías objetivos etc… Alberto se lo tomó con filosofía y, directos pal agua que Tere quería estrenar su flamante semiseco nuevo. Una inmersión bastante fría y tras una hora de estar quietos en el sebadal ya estábamos todos mu, pero que mu entumecidos. Al salir, para calentar vino de la Perdoma y para celebrar, caramelos de cumpleaños.
La imagen del día, si se fijan bien, una de un caprélido con su cría en la barriga. Había leído que algunas especies de caprélidos realizan cuidado parental, pero hasta ahora no lo había podido fotografiar.