Es una inmersión relativamente sencilla en la que no deberías sobrepasar los 18m. Recomiendo llevar botella de 15l, sobretodo si quieres quedarte un ratito por ahí contemplando los veriles de las bajas que hay en las cercanías. Si eres de los que tiene branquias como los amigos Juan y Javier, con 12l te bastará.
Se puede hacer perfectamente saliendo desde tierra por el muelle de Garachico y tomamos rumbo noroeste hacias las bajas que hay al pie del monumento al emigrante que hay a la salida del pueblo en dirección a Los Silos. He visto a algún incauto intentar bajar con el equipo puesto desde los aparcamientos que hay unto a la escultura. Ni se les ocurra, la bajada está peligrosa y la subida de vuelta imagina que sólo debe ser apta para buceadores en muy buena forma. Repito, la salida por el muelle (si la hacemos desde tierra).
La zona de las bajas es un poco «laberíntica», con muchas paredes parecidas y propensa a corrientes, por lo que, como siempre, recomiendo que busquen a algún guía que conozca la zona. Yo no me siento capacitado llevarles, pero si me mandan un email, encantado conozco a un par de guías de grupo que seguro que lo harán y además con garantías, que es como se debe practicar siempre este deporte.
Hasta llegar al arco podremos ver bastante vida, sobretodo si hurgamos por las grietas que hay en la base de los veriles. Una vez en el arco lo que toca es pasar bajo él saliendo después por un sifón por el que, cuidadín, nos puede, según el día, empujar un poco la corriente; «quién quiere ir al «Siam Park» habiendo Arco de Garachico…».
Nota para los fotógrafos: Siempre que he ido he visto mucho sedimento suspendido así que si llevamos la cámara, desempolven el photoshop pues toca una tarde de borrado de partículas, seguro.